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domingo, 6 de diciembre de 2015

BLACK METAL WARFARE Pt. II - ERIK DANIELSSON Debe Pagar Por Mi Dry Cleaning

Es un día después de Acción de Gracias y la amanecida y los rezagos del trago me traen con el estomago suelto pero con un hambre voraz. Para combatirlo me empujo hilachas de pavo frío que amenizo con arroz, puré y unas papas al horno que la noche anterior muy sutilmente cocine en aceite, ajo, mantequilla y queso cheddar. No tengo ganas de ir pero Mayhem tocan por la noche y tengo los tickets comprados desde hace mas de un mes. Le he pedido a mi esposa que me acompañe pero ella, como yo, anda matada, agotada de Acción de Gracias, de lavar, limpiar, cocinar, beber y charlar con sus amigos republicanos cristianos hasta las 3:30 de la mañana. 

A eso de las 5 de la tarde, luego de habernos dado una vuelta por una granja en las afueras de Tampa donde mi esposa compro un conejo gigante (el tercero), le recuerdo que esta noche hay que salir y que guarde fuerzas. 

'No tienes a nadie mas que invitar?', me pregunta como diciéndome, 'porque no vas solo?'. Le digo que no tengo a nadie mas a quien invitar, pero ella va en serio. A ella esto del metal ni le va ni le viene. Ya harta la tengo yo con mis colecciones y obsesiones. Además, desde hace mas de dos meses no nos soportamos. Este es pues mi intento de tener una salida romántica de pareja, llevándola de paseo a un concierto donde lo único que existe son las multitudes de anormales con sobrepeso, el trago pateado y con sobreprecio y la música ruidosa que sirve para casi todo menos para conversar sobre como podemos arreglar nuestros problemas de pareja. 

Lo cierto es, yo tengo tantas ganas de que ella vaya como ella misma. El problema es ahora a mis 40 puedo contar a mis amigos con la mitad de los dedos de una mano y bueno, esta noche no tengo ganas de ir solo.

Apenas llegamos no me sorprendió que el local Orpheum este casi abarrotado de gente. Como siempre, la proporción de machos a hembras es desalentadora y si uno quiere deleitarse la vista enfocándose en un par de pechos redondos, pues aquí hay muchos pero mas que nada de machos treintones obesos. De todos modos, mas me jodio haber llegado demasiado temprano y haber tenido que soportar a Rotting Christ. Se que estos griegos son legendarios pero a mi ni me van ni me vienen. Aun recuerdo la primera vez que los escuche; fue allá por el '97 y acababan de editar Triarchy of the Lost Lovers. Lo compre en uno de esos catálogos que Century Media enviaba por correo y a pesar del esfuerzo de haber tenido que caminar hasta el correo para enviar mi orden, nunca pude siquiera escuchar el disco en su totalidad y de una sola sentada. 

Lo cierto es, mucho tiempo a pasado desde entonces y a Rotting Christ les he perdido la pista hace tiempo. Esta noche, tocan material que asumo es mas nuevo y que me deja con ganas de haber traído audifonos para escuchar algo de mi Playlist de Spotify. De vez en cuando se encendía la llama, por decirlo así, y los Helenicos descargaban ráfagas de riffs pulsantes. Cuando culminaban sus temas, la gente aplaudía como queriendo justificar el precio de entrada y algunos, asumo, lo hacían sinceramente. 

De todos modos, el haber llegado temprano sirvió para avanzar hacia al frente. Siguiéndole el paso a mi esposa y tratando de protegerle el culo de tanto pajero nos localizamos en la extrema izquierda del escenario. Delante de nosotros solo un gordito pelado de unos 40 que no se cansaba de filmar el concierto con una cámara digital. 

A Watain ya los habíamos visto hace unos años y su show fue simplemente impresionante. Las opiniones sobre estos suecos son divididas, en parte por el éxito que han alcanzado, en parte porque parecen tomarse demasiado en serio, en parte por los lentes de contacto a la Marilyn Manson del diminuto vocalista Erik Danielsson y en parte porque su ultimo disco The Wild Hunt fue tremendo bajon en comparación a acojonantes grabaciones como Casus Luciferi y Sworn to the Dark. 

Parte del show fue ver a los roadies armar el escenario para los suecos. Las cabezas de chancho, los esqueletos de plástico en mazmorras, las cruces invertidas y los candelabros, es todo un espectáculo jocoso, infantil y absurdo que tan solo cobra vida e intimida una vez que las luces blancas se apagan y la banda sale al escenario a presentar su ritual satánico. Pero mientras los roadies sudan la gota gorda y la gente bebe y charla sobre algo divertido, yo y mi esposa nos miramos las caras de rato en rato como dos miserables y nos preguntamos que hacemos aqui, juntos, sin bebidas en las manos, con sueño y con poco que decirnos el uno al otro. Pero tenemos ya mas de 12 años juntos y el silencio incomodo no existe. De hecho, nuestra vida de pareja es ya una relación silenciosa y complaciente, guarnizada por alguna conversación preocupada sobre nuestras hijas. 

Cuando Watain sale la cosa se pone seria y los olores putrefactos drogan a los mas débiles. A mi solo me hacen cosquillas y mi esposa se tapa la nariz por diez segundos. Entonces, el vocalista E entra de puntitas al escenario cual bailarina de ballet y con total sutileza enciende cinco velitas que curiosamente se mantendrán encendidas durante todo el set de Watain. 

Uno puede ser un escéptico, un trve y un cínico (yo soy los tres, ajem) pero hay algo que es cierto y que no puede ser negado, y es que Watain en vivo, ofrecen los visuales mas impactantes que he visto. Su utileria de fiesta de halloween y empolvado atuendo ayudan harto, esto complementado con un set compacto de temas violentos pero variopintos en tempos, melodías y estructuras hacen que su performance sea tan memorable como la primera vez que viste El Exorcista. 

Y si, Watain tenían a la gente en la palma de sus manos, y por ratos hasta en sus pies. En un raro momento de espontaneidad, E se paro en frente de nosotros e intento patearle la cámara digital al gordito de al frente. Luego se quejo ante la audiencia por todos aquellos que no gozaban del show y perdían el tiempo tomando fotos o filmando con sus celulares. E, brazitos cortos y flacuchentos, entonces extendió un brazo hacia la audiencia y le arrancho el mobil a un incauto, luego lo tiro bien lejos a perderse entre los zapatos de aquellos bobos que hacían mosh. 

Parada casi al frente de E estaba una chica diminuta, visible desde el escenario solo por el sombrero de bruja que tenia puesto y por sus incesantes ganas de joder. No se si la tipa era groupie y quería pinga como loca o si simplemente estaba intoxicada y no sabia lo que se le vendría encima, pero rodeada de un par de retardados mentales que le celebraban cualquier cojudez, la chica empujaba el monitor principal una y otra vez. Sus payasadas no pasaron desabercibidas; no solo E trato de patearle la cara un par de veces, sino que un roadie tuvo que saltar al escenario entre canciones y amenazarla con el dedo índice en la nariz. Luego, el chileno Alvaro Lillo, quien finge de bajista en Watain, se paro el frente de ella a mentarle a la madre y al darse cuenta de que todo esto no amilanaba a la suculenta morena (y la verdad, desde mi rincón se veía bastante buena) el siempre amenazador y totalmente enemigo de las sonrisas, P (guitarras) se inclino sobre ella y cual maestro del reflejo nauseoso prosiguió a vomitarle una substancia blanca que parecía provenir del mismo estomago del infierno. En ese momento la gente que la rodeaba corrió por sus vidas y mi esposa se movió estrategicamente de mi derecha a mi izquierda, bastante asqueada del espectáculo y también con ganas de irse en vómito. Ya las cosas precian perder el control.

Pero la pequeña masoquista no se detuvo, con el sombrero completamente cubierto de vomito blanco parecía o indiferente o enardecida y seguía empujando los monitores como queriendo tumbarlos sobre las botas en punta de Erik Danielsson. Entonces, el vocalista ya harto de tanta cojudez cojio un tarro de sangre de chancho (o de pollo, gallina, avestruz, rata o menstruación) y lo lanzo sobre la audiencia. Mi esposa y yo no salimos libres de esa. Su casaca verde militar entonces lucia puntos guindas y su mejilla derecha tuvo que ser limpiada por mi camiseta vieja de Sleep. A mi tampoco me causo gracia esa movida pero mi esposa había sido llevada al concierto a regañadientes y el arruinado de su saco mas querido le cayó con peso. Desde entonces me ha pedido al menos siete veces que le pague el dry cleaning. Ayer hasta claudico y llevo su saco a un local y los chinitos que atienden le dijeron que no le garantizaban nada pero que al menos le costaría $50. Esto no ha mas que agravado nuestra relación como pareja; a mi hasta me ha dicho, 'tu me llevaste a esa huevada de concierto y tu me limpias la casaca o me compras otra.'.

Mayhem era el grupo de fondo y mi esposa ya no aguantaba mas. No quería estar ahí, estaba cansada y ahora ensangrentada por Watain. Y debido a lo teátrico de las performances de los últimos dos grupos, tuvimos que esperar al menos media hora entre bandas. 

La gracia de Mayhem ya paso. Son pioneros, innovadores, clásicos hasta que se venga el apocalipsis pero el tiempo ha hecho de sus últimos discos una irrelevancia total. Y su show de esta noche sabiamente consiste mas que nada de clásicos imprescindibles que han de ser disfrutados sin mucho teatrismo. Lo cual significa que visualmente este tour sufre un gran bajón entre Watain y Mayhem y musicalmente, a decir vedad ambas bandas están casi parejas. Pero claro que Mayhem no podrían siquiera salir al escenario sin algo de drama. 

Entre bandas se cola a mi derecha un trio dinámico; tres sudacas, dos mujeres y un tipo que imagino les cuidaba el culo. Los tres estaban de la verga, imagino que con tanto aguardiente y empilados por la edad no hacían mas que gritarme al oído. 

Apenas Mayhem salio al escenario, el macho no paro de gritar, 'Hellhammer, hellhammer, hellhammer', y una de ellas no se quedaba atrás, gritando con un acento masticado, 'piur faquin armagedon'. Mi esposa, ya bastante molesta por todo lo previo, no hacia mas que mostrarme su incomodidad con ojos de berrinche.

Todo empeoro una vez que Mayhem empezó su set. Sonaron brillantes pero la falta de visuales me desconecto. Sumemosle a eso el headbanging de la ramera a mi derecha (sus pelos se metieron en mis ojos) y el histerismo que un fortachon de esteroides sufrió cada vez que Mayhem empezaban un tema nuevo forzaron a mi esposa a moverse de nuestra posición privilegiada. En un principio me resistí y me aguante por la mayoria del set de Mayhem pero al final cedí y me arrime al bar con mi esposa, en un angulo no muy memorable. 

Para ese entonces, mi esposa ni me hablaba. Joder, ni siquiera aceptaba el hecho de mi presencia. Nuestras diferencias eran irreversibles. Ahora enervadas por el black metal, un genero que me pertenece a mi, no a ella, se manifestaban como un compendio de errores, porque no mande a la mierda al trio de sudacas?, porque no le pegue al loco de los esteroides que empujaba a todo el mundo?, porque no la protegí de la sangre de Watain?, porque mierda la lleve a un show de black metal cuando todo lo que ella queria era descansar de la noche de Acción de Gracias?

La respuesta a todo eso quizás es solo una; porque soy un huevón. Lo cierto es, camino al parqueo entre ebrios que se tambaleaban en la vereda, sobrios irrelevantes y hip hop que explotaba desde los edificios le pedí que nos separaramos. 

martes, 30 de julio de 2013

BLACK SABBATH en Vivo - Julio 29, 2013

Mis dos primeras impresiones del concierto de Black Sabbath fueron las mas obvias y las mas comunes en eventos de este tipo; el olor a marihuana flotando en el ambiente y la gente de facha algo brava. Tratándose de Black Sabbath estamos hablando de una edad media de 40-50, de un estrato social medio tirando para bajo y de una proporción de 96% hombres y 4% mujeres. Si es que claro, a las asistentes al concierto de anoche se les puede tildar de mujeres porque la gran mayoría parecían haber sido sacadas del museo de Ripley’s, Aunque Usted No Lo Crea! Exagero, lo se, pero vaya si las metaleras de anoche parecían guerreras después del combate mas feroz; algunas estaban desdentadas, otras lucían flamantes cicatrices en el vientre y costras en las piernas, otras mostraban panzas desproporcionadas y caminaban con dificultad y otras estaban borrachas y parecían mostrarlo con orgullo. Algunas hasta parecían no haberse dado cuenta de que esto era un anfiteatro y no Waterloo. En toda la noche solo vi una pelea y fue entre dos viejas que parecían gemelas; vestían shorts vaqueros y tank tops negros, tenían el cabello pintado de rubio y eran jaloneadas hacia sus respectivas esquinas por sus avergonzados maridos, los cuales curiosamente también parecían gemelos; cráneos afeitados, camisetas de Ozzy Osbourne bien metidas en las cinturas de sus pantalones vaqueros.

Pero yo no había ido a ver mujeres al concierto, había ido porque esta era quizás mi ultima oportunidad de ver a estas leyendas en vivo y a sabiendas de que los años pesan y Iommi esta medio canceroso esta era quizás una chance que ningún metalero debía perderse. Antes claro, había que sortear un par de obstáculos, como chuparse al telonero Andrew WK, aquel gringo bien-humorado que por alguna razón la gente no ha olvidado desde su estupidizante debut del 2002. Para sorpresa mía esta noche WK fungía de DJ y no de cantante lo cual hizo la antesala mas digerible. En el poco rato que lo vi, el genial creador de temas como “Party Hard”, “It’s Time to Party”, “Party ‘Til You Puke” y “Totally Stupid” toco temas de Metallica y Iron Maiden ante los cuales los mas borrachos festejaron, algunos movíeron sus escasas melenas mientras encendian olorosos tronchos de hierba y la mayoría esperaron en cola para comprar algún trago a sobre precio. A mi me dolió hasta el bolsillo cuando desembuche $14 por un ron con Coca Cola que se convirtió en cola aguada y tibia en exactamente dos minutos. El calor era sofocante.

Nunca he sido un gran fan de los conciertos masivos. Prefiero las veladas intimas que se festejan en pequeños bares y a las que no acuden mas de 100 o 200 personas. En gran parte esto es por la cercanía que uno puede tener al escenario. Cuando se anunciaron las fechas del tour de Black Sabbath anote en mi agenda la fecha de la pre-venta y memorizé el código. Compre dos tickets por el precio ganga de $240 exactamente un minuto después de la hora indicada. Según el sistema de LiveNation mis asientos eran lo mas cercano posibles al escenario pero anoche cuando la acomodadora me indico la posición de estos mi desmayo fue grande; frente al escenario esta la sección de la orquesta que debe acomodar a unas 500 personas paradas, inmediatamente detrás viene el primer bloque de asientos que debe de tener por los menos 40 filas, luego de un pasillo viene el segundo bloque de asientos que debe de acomodar unas 75 filas. En este bloque estaba yo, calculo que en la línea 50, detrás de dos tipos que median por lo menos un metro noventa y cuyos largos cuellos les daban perfil de girafa. Desde esa posición Ozzy y compañía eran del tamaño de la uña de mi dedo meñique. No había mas remedio que admirar a Black Sabbath en las tres pantallas gigantes.

Salieron al escenario a las 8:45 en punto y entonaron “War Pigs”. El sonido fue impecable y el volumen perfecto, la guitarra de Iommi crujía con esos riffs que han marcado el tiempo y las décadas de miles y el bajo de Butler apoyaba sólidamente con una barrera densa y aleatoria. En la batería esta un tipo llamado Tommy Clufetos cuyo curriculum incluye discos de Alice Cooper y Rob Zombie. Me podría equivocar pero a mi me sono descuadrado e inseguro en este primer tema. Su performance mejoro notablemente a partir del segundo “Into the Void” y se corrigió totalmente cuando tocaron “Under the Sun / Everyday Comes and Goes” y pasada la mitad del concierto se monto un solo de batería que convirtió a todos los allí presentes. Su énfasis en la rapidez de sus pies y en sus redobles de tarola parecían planeados para borrar de nuestras mentes la ausencia de Bill Ward. 

La voz de Ozzy es otra cosa; en ocasiones sonó bien, mas que nada sonó regular y a veces hubiera dado igual si hubieran puesto a un gallo loco en el micrófono. Curiosamente, esto ultimo fue mas que nada evidente en los temas nuevos. En “Age of Reason” desentono tanto que algunas gentes se miraban desconcertadas y en “Methademic” parecía estar tocando con otra banda y en otro escenario. Pero no hay punto en discutir esto con los mas acérrimos y pensándolo bien esa era la actitud correcta a tener; disfrutar del momento e ignorar lo obvio. Además, si hubieron efectos tratando de disfrazar sus errores o cantantes escondidos tras bambalinas alcanzando aquellas notas a las cuales Ozzy ya no llega yo ni lo note y eso si que me hubiera disgustado. 

El setlist fue impecable, todos los temas que yo quería escuchar (“Iron Man”, “Fairies Wear Boots”, “Children of the Grave”, “Behind the Wall of Sleep”) fueron ejecutados, al menos instrumentalmente, casi a la perfección y los temas nuevos por lo menos dieron el respiro suficiente como para sentarse un rato y relajar las pantorrillas. Sorprendentemente, la audiencia respondió cálidamente a estos y un buen manojo parecía saberse las líricas.

Ozzy demostró ser un showman consumado que a pesar de lo rutinario de los shows parecía estar pasándola bien, hablaba huevadas entre tema y tema, siempre apimentando su labia con lisuras y con una aparente humildad entrañable. Durante los solos de Iommi, Ozzy saltaba dos pulgadas sobre el piso como un anciano sobre excitado y caminaba jorobado y desbalanceado de lado a lado. Un par de veces echo agua de un balde a las primeras filas mientras reía como un maniaco. Recuerdo ver a Ozzy en vivo dos veces a fines de los 90’s con su banda de solista y en ninguna me parece recordarlo tan entusiasmado. No cabe duda, ya esta viejo y el solo verlo a el y a estos sesentones dando lo mejor de lo que les queda se aprecia un montón.

sábado, 4 de agosto de 2012

SCION ROCK FEST - o Como Perdí la Cabeza Tras Tres Vodkas, Seis Cervezas y Tres Horas de Sueño

Son las diez y treinta y cinco de la noche del sábado 2 de Junio y acabo de recuperar el conocimiento. Me encuentro en un descampado, con grass que me llega hasta las rodillas y una picazón en los tobillos tan intensa que me ha sacado de un estado de zombie en el cual me encontraba quien sabe por cuanto tiempo. Al notar que no se donde estoy, ni como llegue allí, me apresuro hasta la berma mas cercana, cada dos pasos tratando de sacudirme un millón de hormigas que me trepan las piernas. Estoy en una avenida en la cual nunca antes he estado. Esta oscuro y solo diviso a la distancia siluetas oscuras, al parecer tranzando algunos tramites ilícitos. En ese instante me entra cierta desesperación y alzo el brazo con la intención de detener cualquier coche. Después de diez intensos minutos un taxi piloteado por un inmigrante de Nigeria se detiene. Apresurado y con el corazón en la boca le pido que me lleve a casa.

¿Como y porque llegue allí? Aun no lo se. Solo minutos antes estaba disfrutando de Saint Vitus en concierto y de repente me perdí en la noche, solo para encontrarme después de mas de dos horas.

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Se suponía que el 2 de Junio seria uno de los mejores días del año. La compañía automotriz Scion había escogido a Tampa como el lugar donde ofrecería su concierto anual gratuito y yo me había estado preparando por semanas.

El listado de bandas que tocarían era tan largo que estas tuvieron que ser repartidas en cuatro locales diferentes. El nuevo local del viejo bar Orpheum albergaría el metal mas directo, comenzando con los locales Flyingsnakes y empalmando con los polacos Decapitated, quienes serian seguidos por Revocation, Origin, Suffocation y finalmente Exodus. El local mas pequeño Crowbar otorgaría una mescolanza de buen y mal hardcore; comenzando con los espasmodicos Cellgraft y siguiendo con All Pigs Must Die, Cerebral Pallzy, Phobia, Terror, Sick Of It All y de fondo los venerados Repulsion. Czar Bar suele albergar muchas fiestas de hip hop, pero Scion lo había elegido como el local ecléctico. Abriendo a las 4 de la tarde estarían Ides of Gemini, cuyo set de media hora seria seguido por los perturbantes sonidos de Vermapyre, Psychic TV, Wold, Oxbow y Merzbow como grupo de fondo. Finalmente, el amplio y remodelado Ritz tendría la noche doom, razón por la cual este seria el lugar donde tenia planeado pasar la mayor parte del festival. Abrirían Atlas Moth y estos serian seguidos por Witch Mountain, Church of Misery, Saint Vitus, Sleep y finalmente Down. Todo esto totalmente gratis. El único requerimiento era pillar los tickets con anticipación por internet.

Yo, como todos aquellos que habían esperado ese día por meses, había planeado mi itinerario con mucho cuidado. Mi tarde comenzaría con Cellgraft en Crowbar, luego saltaría a Czar donde vería a Gen P Orridge y sus geniales Psychic TV, cuyo set, se planeaba, terminaría a las 8:05, solo diez minutos después de que el set de Saint Vitus haya comenzado en el Ritz. Sleep tocarían en el mismo local de 9:05 a 10:05. Para terminarla, regresaría a Crowbar para presenciar a Repulsion en toda su gloria. Mi plan era perfecto, a prueba de balas. Pero entonces, ¿como termine perdido en un descampado? caminando por el grass sin dirección y sin motivo alguno y justo en los momentos en los que Sleep descargaban pedazos de mi adorado Jerusalem. ¿Como y porque chucha?

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Luego de hacer méritos por mas de dos semanas para poder justificar mi ausencia con mi familia durante todo un sábado, llegue al acubanado barrio de Ybor City a las 4 de la tarde. En camino al local pare en una gasolinera para comprar una botellita de 5 Hour Energy. Para los que no saben, 5 Hour Energy es una pequeña pocima que sabe a una mezcla entre limonada y  vomito y que promete ofrecerte la energia de un semental con la verga tieza por al menos cinco horas. Habiendo dormido tan solo tres horas la noche anterior, ciertamente necesitaria ayuda cafeinica si quería mantenerme en pie durante este festival de siete horas. Fui solo, pero asumi que encontraría a unos cuantos amigos por ahi.
All Pigs Must Die - Al Menos No Habla Huevadas Entre Canciones
Llegue a Crowbar unos cinco minutos antes de que Cellgraft comienze su accidentado set. El local estaba abarrotado, pero no al punto del despelote. La audiencia, totalmente repartida en un 90% hombres, 10% mujeres, parecia comprender de una gran cantidad de menores de edad que no podian beber. Hecho del cual me pude aprovechar al tener el bar libre a mi disposicion. De entrada me encontre con The Mighty Mojon y su novia, los salude y apresure al bar. Segun yo, a las 4 de la tarde, necesitaba un vodka tonic.

Cellgraft comenzaron en punto. Su hardcore amorfo y violento no se vio favorecido por las fallas de sonido. El trio tampeño empujo sus temas de treinta segundos tanto como pudo, pero si la bateria no se caia en pedazos era el sonido que los jodia, guitarras que no sonaban y microfonos que se apagaban. Dio gusto notar la buena vibra del publico asistente. En vez de darles mierda, escupirlos o tirarles tomatasos, aplaudían el esfuerzo con una gratitud poco comun entre gente tan greñuda. Para cuando terminaron su set, yo ya estaba en mi segundo vodka tonic y The Mighty Mojon habia decidido marcharse a ver a Vermapyre en Czar.

All Pigs Must Die tuvieron un augurioso debut con God is War, editado por Southern Lord Records en el 2011 y misteriosamente durante su set, los californianos no sufrieron ningun desperfecto. El pogo comenzo y felizmente, ningun baboso en esa danza tropezó contra mi trago. Su crust hardcore sonó impecable; nada nuevo, solo temas cortos, potentes, con un rabioso al micrófono que escupía remedos de Discharge. No hubó mucho bla bla bla entre tema y tema, y yo lo prefiero asi. Me gusta cuando los vocalistas optan por cerrar la jeta y no hablar huevadas. Usualmente, mientras mas hablan los músicos, mas odio sus bandas y asumo que son unos ignorantes de mierda que no se merecen ni el cerote de mis oídos.

A las 6 de la tarde, ya empilado con tres vodka tonics en la cabeza, camine las tres cuadras de distancia hasta Czar. En el camino vi a David Vincent de Morbid Angel, con sus botas de vaquero, sus jeans al cohete y su sombrero de hombre Marlboro. El vocalista de Morbid Angel intentaba entablar cierta conversión en su celular mientras un rechoncho fan de unos 45 le decía y repetía cuanto adoraba su música. Vincent parecia esquivarlo, moviendose como el segundero de un reloj y repitiendo frases como, 'alright man, i am on the phone, alright, whatever'. No lo culpo. Cuando se es una estrella tan grande, uno puede ignorar tanta adoración.

Vermapyre estaban en medio tema cuando entre a Czar. Me pedí una cerveza en el bar localizado a la entrada e ignore los CD's compilados que estaban regados por toda la barra. Con un par de laptops y una proyección gigante detras, el ex-Integrity Dwid Hellion hacia de las suyas ante un publico indiferente. O eso, o esa es simplemente la recepcion que música tan obtusa como esta se merece. The Mighty Mojon estaba allí con su novia. Bebía una cerveza y conversaba con los miembros de Cellgraft sobre quien sabe que. La música de Vermapyre toma tiempo en calar los huesos. Lo que yo escuche esa noche es quizás mejor ingerido bajo ciertas influencias y mejores circunstancias.
Psychic TV - Hombre o Mujer? Que Importa, Igual Tiene Una Panzota
Psychic TV comenzaron en punto a las 6:35, hora bastante temprana para una banda con mucho mas peso que las demás. Liderados por Genesis P-Orridge, el ex-hombre legendario detrás de Throbbing Gristle es hoy la mujer al frente de Psychic TV. Su música fue la mejor de la noche. Con lo que parecia ser una libretilla al frente con las líricas como recordatorio, Orridge y su panza descomunal (no se si resultado de todas las hormonas que ha de estar tomando para flipar su sexo) articularon un set de post punk experimental que fue siempre calmo e intenso, con notas precisas y cortantes y frases exactas y habladas con cadencia militarista. El show fue algo entre un recital de poesía y una noche casual en los 80's en algún local de Birmingham.  Para mi, ya entonces bastante borracho, Psychic TV ofrecieron el set mas maduro de la noche y la gente respondió con aplausos medidos y atención merecida.

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La música suele tener un gran efecto en mi. Puede cambiar mi humor en un segundo. Confieso ser un bi-polar musical. De la depresión mas intensa puedo pasar a la algarabía mas hilarante si por ahi escucho un tema temprano de Turbonegro, por ejemplo. La música que amo también tiene el efecto opuesto en mi; en un segundo puedo pasar de la felicidad y la carcajada al hueco mas negro de la mente si por ejemplo, escucho algo de Samothrace o Tindersticks.

A veces cuando experimento estas sensaciones intensas intento alargarlas. Si la situación lo permite, brindo por la música. El trago para mi magnifica todas las sensaciones, las vuelve mas agudas. Es asi la felicidad mas feliz con un trago que baja por la garganta, y la tristeza mas deprimente con un poquito de alcohol ya sentado en el estomago. Esa tarde, en la oscuridad de Czar y alrededor de las 7 de la noche, bebí cuatro cervezas y un vodka.

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Antes de las 8 ya estaba yo en el Ritz presenciando a Saint Vitus. El Ritz es un local grande, solo meritorio de bandas de peso que han vendido considerables sumas de discos. Espere quince minutos y comenzaron tocando algún tema cuyo titulo no se. No recuerdo porque para ese entonces yo ya estaba en otra sufriendo los estribos del trago y del sueño. Tome fotos borrosas y converse con The Mighty Mojon y con el vocalista de Cellgraft. De que converse con ellos? Eso no se. Solo se, y lo se porque lo recuerdo muy vagamente, que los párpados me pesaban, caían sobre mis ojos y yo no tenia la fuerza para aguantarlos. Recuerdo apoyarme sobre una baranda y mover la cabeza levemente. No soy muy adepto al headbanging porque me parece una practica increíblemente estúpida, pero recuerdo mover la cabeza al compás de algún tema de Born Too Late y recuerdo por unos momentos pensar que la música de Saint Vitus es la mas sobre valorada en la historia y la mas esquiva en términos memorables en la historia del rock y luego...luego no recuerdo nada.
Saint Vitus - Antes de la Amnesia
Creo que mis recuerdos se enlazan con sueños y con memorias vagas que puede que sean o puede que no sean verdad. Creo que en medio de cierta conversación con el vocalista de Cellgraft note que me estaba quedando dormido. Creo que me escuzé y me parece recordar haber decidido tomar una siesta en mi automóvil, el cual estaba parqueado exactamente a una cuadra del Ritz. Creo recordar caminar hacia el parqueadero (seguramente en la dirección opuesta) y creo, en cierto estupor, decidir que una caminata me haría bien. Creo haber querido alejarme de las luces y la bulla de Ybor y creo haber caminado en busca de calles oscuras, las cuales encontre y camine en un estado inconsciente. Creo recordar el haber llegado hasta un lote baldío, y al ver el pasto crecido, decidir que caminar sobre el, seria divertido. Creo haber empezado a correr por el grass espeso al notar ciertas picazones en las piernas y se que volví a mi mismo cuando me di cuenta que mis piernas estaban siendo masacradas por un batallón de hormigas de fuego.

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Saint Vitus tocaron desde las 7 25 hasta las 8 35. Saint Vitus fue la ultima banda que vi en concierto. Si salí del local a las 8 35 y volví a mi mismo a las 10:35, eso significa que camine por dos horas sin destino, sin motivo y sin conciencia. Cuando volví a mi mismo debo de haber estado en el culo del mundo, probablemente a millas de los locales que albergaban el Scion Fest.  Razón por la cual, entre en pánico. Los tobillos me ardían, pero eso no era tanta joda como el desconcierto que sentí al darme cuenta que estaba perdido y que no tenia ni puta idea de como había llegado ahi. En ese entonces pensé en mi mismo, pensé en mi edad, en mi familia y pensé en mi juventud. Pensé en que esa época (la juventud) ya había pasado, y que estar pasando estas era una situación ridícula. Eran las 10:35, Sleep habían terminado su set y Repulsion estaban a diez minutos de empezar uno de sus raros recitales y yo estaba desesperado por tomar un taxi a casa. Nada me jodío mas que darme cuenta que esa tarde para mi la música paso a un segundo plano y que el trago fue lo mas importante.

Han pasado dos meses desde el Scion Fest. He tenido que dejar que el tiempo corra para sanar esas cicatrices. Por dos semanas no deje de sentirme como un idiota total al pensar que me había perdido el que se suponía seria el mejor show del año. Me perdí a Sleep y Repulsion y como recordatorio tenia los tobillos con cientos de picaduras y una hinchazon que no me dejo ponerme zapatos por cinco días.

lunes, 19 de octubre de 2009

CANNABIS CORPSE – o Puta Mare, Que Calor! - Brass Mug, Octubre 13, 2009

La primera banda en tocar es local y se llama Promise Me Hell. Despues de presenciar tan solo un par de temas de su confundida música no quedaba mas que desearles buena suerte en su camino hacia la oscuridad. Les falta harto. Son calichines. Principiantes. Mantequilla. Cacheteables con la punta del pene. Su hibrido de black y death metal dejaba mucho que desear. Daba pena y risa a la vez. Luego aburría. Mofables por todos los angulos. Su música parecia poco ensayada, confundida y entreverada. Un espectáculo penoso. Sonaba a mierda de principiantes que creen que porque tienen instrumentos se merecen nuestro tiempo y atencion. Como que los mismos miembros aun no se deciden por un estilo. Lo que si, toma huevos salir al escenario a tocar música tan cagona y despistada. Sobre todo con un nombre tan hasta las huevas como Promise Me Hell. De ellos no se escucho ni un riff rescatable, asi que ojala que se vayan al mismísimo infierno y ardan allí por toda la eternidad.

Cellgraft venían recomendados por Flying Snakes, pero al parecer fueron los primero en tocar, razón por la cual me los perdi. Mas prometedores, y a unos cuantos años luz de los sonidos mongólicos de Promise Me Hell, esta el cuarteto de Tampa, Fatal. La verdad que con un nombre tan ordinario como ese se les va a hacer difícil sobresalir. De acuerdo a Metal Archives hay seis grupos con ese nombre, y existen o han existido al menos 82 bandas con la palabra ‘fatal’ como parte de su nombre. Pero lo que importa es la música y Fatal se las trajo consigo, soltando un avasallador set de solido thrash death metal. Aparte del nombre esta banda tiene otra desventaja. Las voces del guitarrista Luke James son de lo mas genéricas y ordinarias. Sonaba tupido, o tapado, casi como si estuviera cantando con una almohada en la boca. Musicalmente, se nota que estos mocosos han ensayado, le han puesto ganas, se han roto el lomo. Claro esta, salir al escenario despues de la bazofia sonica que fue Promise Me Hell hace que cualquier cagada suene de putamadre.

No Friends ponían la nota ligera del concierto. Liderados por el diminuto vocalista de Municipal Waste y secundados por tres integrantes de New Mexican Disaster, lo de estos tipos fue un hardcore punk melódico que bordeaba en el crossover. No me acordaba, pero tan solo hace unos días había recibido su primera placa en el correo. Acaba de salir a través de No Idea records y habrá que darle una buena escuchada, porque aquí la noche se comenzó a poner buena.

Ramming Speed de Boston siguieron. Para mi estos tipos se llevaron la noche. Despilfarrando buen humor y chistesitos inocentes y cojudos para la ya borracha audiencia. Pero su música tuvo gusto; fuerte, rápida, agresiva y aun melódica, impecablemente ejecutada, Ramming Speed estan para mi en el momento exacto en el que deben de ser pillados por una disquera.

Ya había pasado la medianoche cuando Cannabis Corpse tomo el escenario. El legendario Brass Mug de Tampa estaba sufriendo reparaciones y al parecer todos los allí presentes pagamos pato con el calor que calcinaba y obligaba a la gente a chorrearse a la vereda por un poco de aire fresco. Su servidor ya habia desarrollado un fuerte dolor de cabeza, resultado directo del sofocante calor, los cigarrillos, la cerveza y la edad. Ya estoy viejo, ya no doy para tanto. Dame tres grupos y estoy bien, dame cuatro o mas y lo mas probable es que no llegue al fin del show. Cinco ya es mucho y cuando Cannabis Corpse irrumpieron con su death metal aparentemente chonguero me hubiera importado un pito si el mismisimo Satanas se hubiera aparecido pogueando. A esta banda no le falta caña, pero si le faltan mejores canciones. Traen consigo una mascota; una emblematica planta de marihuana gigante la cual se la pasa mejor que uno en manos de los fanaticos del genero. Dicho y hecho, Cannabis Corpse necesitaran algo mas que un nombre chistoso para sobresalir. Estan en algo, pero aqui se cuecen cosas mucho mas interesantes. Asi que estos fumones, necesitaran mas que eso.

martes, 28 de julio de 2009

GOGOL BORDELLO - The Ritz, Julio 27, 2009

El concierto de Gogol Bordello estuvo de puta madre. Supero mis expectativas por todos lados. Sonaron mejor que en disco. Mucho mas claros y mucho mas potentes. Esta es una de esas pocas bandas que aun no ha podido plasmar su calidad en una grabacion. Quizas sea que la energia desplegada en el escenario es imposible de plasmar en un disco. Despues de todo no hay lugar mas esteril que un estudio de grabacion. Ademas la energia de los integrantes es asombrosa. El lider de la banda Eugene Hutz parece el rey del circo; por dos horas no paro de saltar y realizar acrobacias. El tio tiene una energia absolutamente contagiante y un carisma que el mismo Obama envidiaria. El barbudo del violin se movia cual quinceañero con una rata en el culo. Cantaba como un viejo punk en cocaina. El ecuatoriano que tocaba el cajon peruano la hacia de rapero, parecia Speedy Gonzales el muy putas. Las dos chinitas de los coros parecian porristas, encandilando a los machos con sus bombos, platillos y saltos de liebre. El tio del acordeon tenia cara de huevon, pero su instrumento anoche sonaba tan importante como la guitarra.

Mejor aun, la gente se comporto a la medida. La audiencia era tolerante y andaba con animos de festejo. A diferencia de la gente que suele atender los shows de musica pesada (pura violencia, generalmente a cargo de un ebrio mal cachado), esta comprendia una vast agama de etnias y edaddes, desde mocosos de 15 que recien rompieron el cascaron hasta un manojo de adultos sobrios ya en sus cincuentas.

Sea como sea lo cierto es que anoche fue dificil resistir a una banda que invitaba a la tolerancia por medio de ritmos etnicos, guitarras pesadas y acordeon demoledor. Me recordaron a los Celtas Cortos, la unica diferencia es que hasta el dia de hoy Gogol Bordello no ha escrito un mal tema y los albumes de Celtas Cortos estaban infestados de ellos.

En diversos momentos me recordaron a The Clash y a Mano Negra. De hecho, pensaba constantemente en lo perfecto que hubiera sido si la banda hubiera finalizado el show con algun cover de The Clash. Pero no fue asi. En el encore tocaron tres temas. Uno de ellos incluido en su proximo album, el cual vale decir ha sido producido por Rick Rubin (Slayer, System of a Down). Tambien vale decir que ese fue el tema mas flojo de la noche.

La verdad fui sin expectativas y termine presenciando el concierto mas entretenido que he visto. Lo de anoche fue una fiesta. Dijeron que volverian en un par de meses. Si asi es, ahi estare.